Consejos para limpiar el acero inoxidable
Limpiar el acero inoxidable siempre ha sido un trabajo que, aunque nos pueda parecer sencillo, tiene muchos matices y aristas que debemos tratar. No es lo mismo la limpieza de una cubertería, que la de equipos de cocina profesionales y, también hay diferentes tipos de acero inoxidable.
Una cosa que deberías tener muy clara es que cada tipo de acero inoxidable puede requerir un método de limpieza específico para conservar su brillo y evitar la corrosión. Además, debemos considerar los productos de limpieza adecuados para no dañar la superficie del acero.
En Lavantia, como especialistas en productos profesionales de limpieza, te queremos ayudar a que elijas los mejores productos posibles que sean efectivos y que además te simplifiquen la vida. Por eso nuestro post de hoy es sobre cómo limpiar el acero inoxidable. ¡Vamos con el post!
Cómo limpiar el acero inoxidable según el tipo de aleación que contenga
Como seguramente ya te hayas percatado no existe un único acero inoxidable. Existen diversas aleaciones y cada una de ellas tiene unas características y unas necesidades especiales de limpieza.
Conocer el tipo de acero inoxidable con el que estamos trabajando es fundamental para aplicar el método de limpieza adecuado y garantizar su durabilidad y buen aspecto a lo largo del tiempo.
El acero inoxidable es un material ampliamente utilizado en diversos ámbitos, desde la industria alimentaria hasta la construcción, debido a su resistencia a la corrosión y su aspecto estético. Sin embargo, no todos los aceros inoxidables son iguales, ya que existen diferentes aleaciones con propiedades específicas que los hacen adecuados para distintas aplicaciones.
Algunos de los tipos más comunes de acero inoxidable son el 304, el 316 y el 430, cada uno con características únicas que influyen en su comportamiento frente a la limpieza y el mantenimiento.
Como limpiar el acero inoxidable 304 de uso en cocina
El acero inoxidable 304, por ejemplo, es una aleación de cromo y níquel que ofrece una excelente resistencia a la corrosión en ambientes moderadamente corrosivos, como los interiores. Es comúnmente utilizado en aplicaciones como la fabricación de cubertería y utensilios de cocina domésticos. Para limpiar el acero inoxidable 304, es recomendable que utilices detergentes suaves y evites el uso de productos abrasivos que puedan dañar su acabado.
Limpieza del acero inoxidable 316 de uso sanitario
Por otro lado, el acero inoxidable 316 es una aleación con mayor contenido de molibdeno, lo que le confiere una mayor resistencia a la corrosión en ambientes más agresivos, como los marinos o los industriales. Este tipo de acero inoxidable se encuentra comúnmente en equipos utilizados en la industria química, farmacéutica y alimentaria. La limpieza del acero inoxidable 316 puede requerir el uso de productos especializados para eliminar residuos más difíciles sin comprometer su integridad.
Limpiar el acero inoxidable 430 o acero ferrítico
El acero inoxidable 430 es una opción más económica, pero menos resistente a la corrosión que los tipos mencionados anteriormente. Suele utilizarse en aplicaciones donde la estética no es un factor crítico, como en la fabricación de componentes industriales o en la construcción. La limpieza del acero inoxidable 430 sigue los mismos principios que los otros tipos, pero es importante que tengas en cuenta su menor resistencia a la corrosión y que tomes medidas adicionales para protegerlo en ambientes más agresivos.
Productos recomendados para la limpieza del acero inoxidable
Para la limpieza de las aleaciones de acero inoxidable es recomendable siempre el uso de limpiadores específicos. La principal razón es que un limpiador general puede ser muy agresivo para ciertos tipos de aleaciones y producir a medio o largo plazo una degradación de los materiales.
Sin duda, desde Lavantia, te recomendamos que uses un producto como INOX NET. Un limpiador totalmente específico para elementos realizados en acero inoxidable, cualquiera que sea su aleación.
Inox Net no solo permite una limpieza adecuada y profunda de superficies y objetos realizados en acero inoxidable, sino que también, gracias a su formulación permite enmascarar esos pequeños roces o arañazos tan comunes en el acero y que se generan debido al uso normal.
Como gran beneficio que aporta este limpiador específico, tenemos que depositar una pequeña capa protectora que impide que la grasa se vuelva a adherir. Lo puedes comprobar observando como una pieza de acero inox queda marcada con huellas. A partir de ahora no te pasará.
Consejos prácticos para mantener el acero inoxidable como nuevo
Como ya te hemos comentado no solo es importante que limpies de manera adecuada con productos específicos, también lo es que hagas un mantenimiento adecuado para que no dure mucho tiempo la sensación de limpieza. Vamos a ver los consejos más útiles.
Limpia regularmente tu acero inoxidable
La limpieza regular es fundamental para mantener el brillo del acero inoxidable. Se recomienda limpiar los objetos de acero inoxidable con agua tibia y un detergente suave, utilizando un paño suave o una esponja no abrasiva. Es importante evitar el uso de productos de limpieza abrasivos que puedan rayar la superficie del acero.
No desprecies un secado adecuado de los elementos inox
Después de limpiar el acero inoxidable, es crucial secarlo completamente para prevenir la formación de manchas de agua. Utiliza un paño limpio y suave para secar la superficie, asegurándote de eliminar cualquier residuo de agua que pueda quedar.
Los productos abrasivos son enemigos de tus objetos inoxidables
Para mantener el brillo del acero inoxidable, es importante evitar el contacto con objetos abrasivos que puedan rayar su superficie. Evita utilizar estropajos metálicos, cepillos duros o cualquier otro objeto que pueda causar daños.
Confía en los productos de verdad específicos
Existen productos de limpieza específicamente diseñados para el acero inoxidable que ayudan a mantener su brillo y eliminar manchas difíciles. Estos productos suelen estar formulados para no dejar residuos y proteger la superficie del acero.
Mantente alerta si aparecen signos de corrosión en el metal
Realiza revisiones periódicas del acero inoxidable para detectar cualquier signo de corrosión o daño. Si encuentras áreas corroídas, puedes tratarlas con productos específicos para restaurar el acabado del acero.
Hasta aquí nuestros post del día. Si sigues estos consejos prácticos, que te ofrece Lavantia, podrás mantener el brillo del acero inoxidable y conservar su aspecto estético durante mucho tiempo. En nuestra empresa nos preocupamos por la calidad de la limpieza de tus utensilios, herramientas y equipos. Confía en nosotros como tu proveedor de confianza y, si necesitas ayuda, puedes contactar y te ayudaremos a tomar la mejor decisión.
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