Cómo hacer un buen lavado manual de vajilla y cristalería
¡Bienvenido profesional de la hostelería y la restauración! Sabemos que en el frenesí diario de tu negocio, detalles tan sencillos como lavar los platos y lavar la cristalería pueden parecer tareas menores.
Sin embargo, son precisamente estos detalles los que pueden marcar la diferencia entre un negocio próspero y uno que lucha por mantenerse a flote. Es más que solo limpieza, se trata de presentar su mejor cara a cada cliente que visita tu establecimiento. Y aquí es donde Lavantia entra en escena.Cómo hacer un buen lavado manual de vajilla y cristalería
Con una gama completa de productos de limpieza, Lavantia diseña productos para optimizar y mejorar tu proceso de limpieza de vajilla y cristalería. No solo nos ocupamos de que sus platos y vasos queden relucientes, sino también de mantener su durabilidad, eficiencia en el lavado y por supuesto, garantizar la higiene necesaria para la seguridad de sus clientes.
Entonces, ¿cómo hacer un buen lavado manual de vajilla y cristalería con Lavantia? Aquí, desglosaremos paso a paso la mejor manera de utilizar nuestros productos para garantizar resultados óptimos. La combinación de nuestra fórmula especializada, las técnicas de lavado correctas y su dedicación al detalle, creará la simbiosis perfecta para elevar el nivel de limpieza en su negocio. ¡Comencemos!
Cuál es la forma correcta de lavar la cristalería
El lavado manual puede parecer una tarea sencilla, pero cualquier experto en la hostelería te dirá que lavar la cristalería a mano es un arte delicado. Para preservar la belleza y la integridad de sus piezas de vajilla, se necesita el enfoque correcto y, por supuesto, los productos adecuados. A continuación, te explicamos cómo lograrlo con Lavantia.
1. Preparación necesaria para lavar la cristalería
Antes de sumergir tu cristalería en agua, asegúrate de que todas las piezas estén a temperatura ambiente para evitar el choque térmico que puede causar la rotura del cristal. Retira los residuos más grandes con un paño suave para evitar que se raye la superficie.
2. Inmersión en agua con detergente
Usa Dairy, nuestro detergente especializado para lavado manual. Diluye la cantidad recomendada en agua tibia, no la calientes demasiado. Sumergir las piezas completamente en la solución de limpieza ayuda a eliminar las manchas y huellas dactilares, y permite que el brillo natural de tus piezas resalte.
3. Limpieza con el cepillo adecuado
Utiliza un cepillo de cerdas suaves para limpiar suavemente las superficies internas y externas de la vajilla. Enfócate en las áreas difíciles, como la base y el borde de las copas. Recuerda siempre ser suave para evitar rayar o romper las piezas. Si tus superficies son resistentes y la suciedad está muy pegada puedes usar Dairy max, nuestro detergente concentrado de gran potencia.
4. Enjuague después de lavar la cristalería: indispensable
Enjuaga las piezas con agua fría. Esto ayuda a asegurarte que se eliminen todos los residuos de detergente y a evitar las manchas de agua.
5. Secado:
No dejes las piezas secar al aire, esto puede provocar marcas de agua, si quieres un secado sin manchas utiliza un paño de microfibra para secar suavemente las piezas de cristal. La diferencia será enorme.
Al seguir estos pasos y utilizar los productos especializados de Lavantia, podrás mantener la cristalería de tu negocio con la misma calidad y brillo que el día en que las adquirió. Recuerde, la cristalería es una extensión de su marca, y su cuidado y mantenimiento reflejan el nivel de su servicio y su atención al detalle.
Cuál es la mejor manera de lavar los platos
Si el lavado de la cristalería es un reto, el lavado de los platos es una tarea esencial en cualquier establecimiento de hostelería. Sin embargo, la eficacia en esta tarea no sólo implica conseguir platos limpios, sino hacerlo de la manera más eficiente, rápida y sostenible posible. Aquí es donde Lavantia puede ser su aliado. Veamos cómo.
1. Prelavado: básico al lavar los platos
Retira cualquier residuo de comida de los platos. Esto permitirá que nuestro detergente actúe de manera más eficiente en el lavado posterior. Si tienes mucha grasa en tus utensilios te recomendamos Dairy ultra, detergente concentrado formulado para acabar con la grasa acumulada en tus utensilios de cocina.
2. Inmersión
Llena un fregadero o una cubeta grande con agua tibia y añade nuestro detergente para vajilla. Asegúrate de seguir las instrucciones de la etiqueta para la cantidad correcta de producto. Una vez que el detergente esté bien mezclado con el agua, sumerge los platos.
3. Limpieza
Con una esponja o un cepillo de cerdas suaves, frota cada plato, asegurándote de cubrir todas las áreas, especialmente los bordes y las esquinas donde pueden acumularse los restos de alimentos.
4. Enjuague
Enjuaga los platos con agua caliente para garantizar que se eliminen todos los residuos de detergente. El enjuague también ayuda a eliminar las manchas de agua que pueden formarse al secar.
5. Secado
Al igual que con la cristalería, si te es posible, no dejes los platos al aire libre para secar, ya que esto puede dejar marcas de agua. En su lugar puedes utilizar un paño de microfibra para secar los platos manualmente.
Recuerda, cada plato que sale de su cocina es un reflejo de su compromiso con la calidad, y Lavantia está aquí para ayudarle a asegurar esa promesa.
Qué orden se debe utilizar para el lavado de platos a mano
Para lograr la máxima higiene y eficiencia en el lavado de platos a mano, es vital seguir un orden específico. Cuando seguimos los pasos adecuados nos aseguramos de obtener los mejores resultados y además trabajaremos mejor eliminando el estrés de ver que se nos acumula la vajilla en nuestra cocina.
Lavar los platos requiere seguir un proceso. Primero lo pequeño y lo menos sucio
Empieza con los elementos menos sucios y más pequeños, incluyendo los cubiertos y utensilios de cocina pequeños. Este primer paso te permite aprovechar al máximo el agua de lavado inicial y minimiza la posibilidad de contaminación cruzada.
Para que lavar los platos no te agobie con el espacio libera lo pequeño primero
Después, procede con los vasos y tazas, que suelen tener residuos menos difíciles de eliminar. Tras los vasos y las tazas, avanza hacia los platos y los cuencos. Lavar estos elementos de uso común en este punto te permite mantener el agua de lavado lo más limpia posible durante más tiempo.
Por último, deja las ollas, sartenes y utensilios de cocina más grandes para el final, ya que estos elementos suelen ser los más sucios y requieren más esfuerzo para limpiar.
Lavar los platos con el producto adecuado es la clave para optimizar tu trabajo
Este orden, junto con el uso adecuado de los productos Lavantia, te garantizará un proceso de lavado eficiente y un ambiente de cocina higiénico.
Cómo ser más rápido lavando platos
Acelerar tu rutina de lavado de platos sin comprometer la limpieza y la higiene puede ser una tarea sencilla si sigues algunos pasos.
Organizando el espacio de trabajo al lavar los platos
Primero, organiza bien tu espacio de trabajo. Mantén un área para los platos sucios y otra para los platos limpios. Este tipo de organización te ayudará a evitar confusiones y te permitirá concentrarte en la tarea de lavar. Además, es útil seguir un orden específico al lavar: comienza por los cubiertos y utensilios pequeños, sigue con los vasos y las tazas, después los platos y los cuencos, y termina con las ollas y las sartenes. Este sistema te permite trabajar de forma más sistemática y eficiente.
Además, aprovecha al máximo los recursos disponibles. Utiliza un detergente de calidad que sea eficaz para eliminar rápidamente la grasa y los restos de comida, lo que reducirá el tiempo que pasas fregando. Del mismo modo, el uso de un producto de secado rápido puede minimizar el tiempo de secado.
No te olvides al lavar los platos de los utensilios. Se concienzudo
Por último, no olvides mantener en buen estado tus utensilios de lavado. Un cepillo o una esponja desgastados no limpiarán tan eficientemente como uno nuevo, por lo que es importante cambiarlos regularmente.
Cómo lavar copas y vasos
Lavar las copas y vasos de manera eficiente requiere cierta técnica y organización. Primero, asegúrate de tener un espacio de trabajo limpio y organizado. Recuerda retirar los residuos visibles de las copas y vasos antes de sumergirlos en agua con un detergente de alta calidad, preferiblemente tibia. Usa un cepillo de cerdas suaves para limpiar suavemente las superficies internas y externas, prestando especial atención a las áreas difíciles, como la base y el borde de las copas.
Enjuaga las copas y vasos con agua fría para asegurarte de que todos los residuos del detergente se eliminen por completo. Para secar, evita dejar las copas y vasos al aire libre para prevenir las manchas de agua. En lugar de eso, utiliza un paño de microfibra para secarlos suavemente, asegurando un acabado pulido.
Cómo lavar vasos y que no queden manchados
Para lavar vasos sin dejar manchas comienza eliminando los residuos visibles y luego sumerge los vasos en agua tibia con un buen detergente. Usa un cepillo suave para limpiar bien por dentro y por fuera, especialmente en la base y los bordes.
Enjuaga los vasos con agua fría para quitar por completo cualquier residuo de detergente que pueda causar manchas. En lugar de secar los vasos al aire libre, que podría provocar manchas de agua, sécalos a mano con un paño de microfibra. Este procedimiento simple pero eficaz te permitirá tener vasos limpios y brillantes sin manchas.
¿Te ha quedado alguna duda? Tranquilo, en Lavantia te asesoraremos sobre que productos utilizar para tu caso. Solo tienes que contactar y atenderemos personalmente tu problema.
Deja una respuesta